¿Todo se te junta? Aprende a Delegar eficazmente.

¿Todo se te junta? Aprende a Delegar eficazmente.

¿Todo se te junta? Aprende a Delegar eficazmente.

Un emprendedor necesita contar con un equipo de personas que le permitan disponer de tiempo para las tareas propias de la gerencia: pensar, analizar, detectar oportunidades, trazar estrategias, detectar áreas de mejora, observar a su competencia, entablar alianzas, etc. Es necesario aprender cómo delegar eficazmente. Porque si el gerente no dedica tiempo a estas cosas, nadie lo va a hacer. La empresa no puede quedar a la deriva.

Muchas veces las empresas dejan de crecer, porque solo pueden llegar hasta donde su gerente es capaz de gestionar. Atravesar ese punto de inflexión pasa necesariamente por aprender a delegar, con todas las consecuencias que ello lleva. Pese a lo que parece, no es nada fácil. Es importante que escojas a personas adecuadas. Debes elegir personas mejores que tú en su tarea, ser gerente no significa que debas ser el mejor haciendo cualquier tarea, al contrario. Cuanto mejores sean en su tarea, más fácil te resultará delegar.

Si las personas de tu equipo no son como desearías que fueran, no cometas el error de intentar cambiar a las personas. No te desgastes tratando de cambiar a las personas, es una lucha inútil, improductiva y frustrante. Contrata a la persona que funcione para cumplir tus objetivos, y potencia sus fortalezas. No te empeñes en nadar contra corriente intentando cambiarla.

Nadie va a hacer las cosas como las harías tú. Hay que asumir que existen diferentes caminos para cumplir los objetivos, algunos son más rápidos y otros más lentos, pero tienes que tener claro que muy probablemente no lo harán como tú, asume que cada persona es diferente y hace las cosas de forma diferente.

Es importante la comunicación eficaz, saber transmitir a los miembros del equipo qué es lo que esperamos de cada uno, que queden las cosas claras y no haya lugar a malas interpretaciones.

Tienes que ser capaz de especificar y concretar, definiendo qué es lo que entraña exactamente la tarea en todos sus detalles y por escrito, es crucial que el equipo conozca qué objetivo se persigue con cada tarea, no dar por hecho que lo sabe, no son adivinos, ni están dentro de tu cabeza. Haz un seguimiento continuo de las tareas que has delegado. Establece unos indicadores sencillos que permitan un seguimiento eficaz, ágil y sistemático, sin perderte en complicados procedimientos que te hagan perderte en datos. Has de identificar los indicadores importantes y ser capaz de valorarlos en pocos minutos cada semana.

Establece sistemas y procedimientos a partir de cada error que detectes. Cada vez que compruebes que algo no funciona, que una tarea no ha sido bien entendida, o que no da los resultados esperados, debe generarse automáticamente procedimiento para evitar que se repita. No permitas que se repitan los errores.
Es un error frecuente dejar de hacer seguimiento. Al principio se debe dedicar mucho tiempo al seguimiento, la delegación es difícil, y debemos acompañar a la persona con paciencia y asumiendo que es un proceso largo. Nadie nace sabiendo. Tampoco tú has nacido sabiendo cómo delegar eficazmente y debes aprender.

¿Ladrones de tiempo? Identificalos y lucha contra ellos

¿Ladrones de tiempo? Identificalos y lucha contra ellos

¿Ladrones de tiempo? Identificalos y lucha contra ellos

De seguro te ha ocurrido que vienes de una jornada laboral y te pones a pensar que no has realizado nada. Esta situación genera mucho estrés y suele producirse por invertir tiempo en tareas poco importantes o por perder la concentración en actividades importantes por culpa de los ladrones de tiempo.

Los famosos «ladrones de tiempo» ,  nos impiden conseguir nuestros objetivos tanto profesionales, como personales. Muchos de ellos vienen del exterior, pero hay otros que los generamos nosotros mismos. En la mayoría de casos son evidentes, pero otros pasan inadvertidos, robándonos minutos, que al final de la semana pueden ser horas perdidas de trabajo. Lo que provoca que nos quedemos estancados en nuestros proyectos.

Saber identificar los ladrones de tiempo es algo vital, ya que si no tenemos tiempo para realizar nuestras tareas profesionales, deberemos tomar ese tiempo de otro sitio, es decir, quitar tiempo de estar con la familia, con los amigos, menos tiempo para hacer lo que a uno le gusta. Ceder ante los ladrones de tiempo, es entrar en una dinámica muy negativa, que nos hará ser menos productivos. Bueno pues aquí vamos a mencionar algunos puntos para identificarlos para realizar algunos correctivos.

a) No saber decir no.
Si no sabes decir no, tendrás más de un problema. La gente delega en ti o te interrumpe y tú no sabes negarte. Aprende a decir no, de forma amable y respetuosa. La gente debe entender que tu tiempo es valioso.

b) No saber delegar.
Si eres de los que se cargan de trabajo, prepárate para pasar horas y horas en la oficina. Si llenas tu agenda de tareas, puede que no las llegues a cumplir por falta de tiempo. No olvides que todos disponemos de 24 horas al día, no más. Aprende a delegar adecuadamente, preparando a tu equipo para realizar correctamente las tareas asignadas.

c) Mala comunicación.
el no comunicar de forma clara y precisa los mensajes, puede dar lugar a que se realice de forma inadecuada el trabajo, por lo que, seguramente, haya que repetirlo. Debemos explicar con claridad las tareas, asegurarnos de que se ha entendido el mensaje y responder a las posibles dudas para la ejecución de las tareas asignadas.


d) Interrupciones.
Son doblemente ladrones de tiempo, ya que no solo se contabiliza el tiempo que te quita la interrupción en sí misma, si no que se tarda una media de 15 minutos en volver a recuperar la concentración. Lo más conveniente es posponer las visitas inesperadas a momentos más adecuados, de forma muy educada corta las conversaciones telefónicas innecesarias o con delicadeza evita las conversaciones de pasillo que no aportan nada.


e) Aplazar tareas.
Hay tareas que cuesta hacer más que otras. Estas son las que solemos relegar al final del día y que normalmente, se posponen tanto que no se llegan a hacer y van bailando de día en día por la agenda. Lo mejor, hacerlas cuanto antes, para evitar el estrés que supone aplazarlas constantemente.


f) Correo, redes sociales y mensajería instantánea.
¿cuántas veces a lo largo del día consultas el mail, las llamadas recibidas o los mensajes al móvil? Atender de forma compulsiva el correo y el móvil nos roba muchísimo tiempo. Te aconsejo que te marques 2 o 4 momentos de tu jornada laboral para consultar los emails y las llamadas o mensajes instantáneos. Fuera de esos momentos, quita el sonido al móvil y ten cerrada la venta de los emails.


g) Reuniones.
Es uno de los grandes ladrones de tiempo, ya que no solo roba tu tiempo, si no el de todo el equipo. ¿Cómo hacer que una reunión sea productiva? Primero se ha de analizar la importancia de la reunión y convocar solamente a las personas implicadas en lo que se va a tratar. Te aconsejo que la prepares con tiempo, identificando los temas que se van a hablar y estableciendo un tiempo máximo para cada tema.

¿Deseas el exito? Elimina este mal hábito.

¿Deseas el exito? Elimina este mal hábito.

¿Deseas el exito? Elimina este mal hábito.

El éxito que consigas en tu vida, dependerá en gran medida de los hábitos que tienes. Es decir, de aquellas acciones y comportamientos que realizas de forma repetida y constante en el trayecto de tu vida.

Pues bien existe un hábito que debes eliminar cuanto antes de tu vida si quieres tener éxito. Y es el hábito de quejarse, poner excusas,  culpar a otros de tu situación personal.

Y ¿por qué es tan importante que elimines a este mal hábito de tu vida?

Cada vez que te quejas, cada vez que pones esa excusa y cada vez que culpas a otros, ocurren estas 3 cosas:

1.- Centras tu atención en algo que es negativo y por lo tanto te estás colocando en un estado de negatividad, que no es productivo y que no te ayudará a progresar y a conseguir tus metas.

2.- Estás espantando de tu vida a la gente de éxito y a la gente de valor, pues las emociones se contagian y estas personas no querrán estar cerca de alguien que se contagió en estado de negatividad, de pesimismo, de derrotismo. Por lo tanto estas personas se alejarán de ti y es precisamente a estas personas a las que deberías de tener cerca en tu vida.

3.- Este mal hábito te está llevando a mandarte continuamente mensajes a ti mismo de que tú no tienes el poder de controlar y de dirigir el curso de tu vida. De que tu situación actual es debido a factores externos que están fuera de tu control y eso no es verdad. Tu situación actual sea cual sea es debida a las decisiones que has tomado a lo largo de tu vida todos los días. Cada día tomas una serie de decisiones que tiene una serie de efectos, es decir causa efecto. Todas tus decisiones, por pequeñas que sean tendrá unos efectos y tú eres el único responsable de tomar esas decisiones que puede llevar a conseguir aquellos objetivos que deseas alcanzar.

Bien, lo primero que se puede recomendar es que poco a poco vayas limitando tu exposición a fuentes de negatividad. Con esto me refiero a cosas como ver las noticias, ver programas de debate político o programas similares que ponen en estado de negatividad. Igualmente debes intentar alejarte de personas negativas o que pongas un escudo cuando trates con gente negativa. Cuanto menos exposición tengas a esta serie de influencias y de informaciones que te ponen a ti en estado de negatividad y te hacen dejarte de cosas y culpar a otros de determinadas situaciones mejor para ti. Más fácil te resultará eliminar este mal hábito y sustituirlo por uno más positivo y más productivo.

Otro detalle a recomendar es que todo aquello que no te afecte directamente a ti no debes prestarle atención. A su vez todo aquello que te afecte pero que no puedas cambiar intenta pasar de página cuanto antes y centra esta atención a cosas más productivas que sí puedes controlar. Y cuando estés con otras personas evita siempre quejarte, poner excusas, culpar a otros. Tu debes estar cerca de esa gente que te motive a seguir avanzando, que te inspiren y que te lleven a mejorar tus estándares en lo que sea posible para ti.

Si quieres tener éxito, deja de quejarte poniendo excusas y deja de culpar a los demás. Asume la responsabilidad de lo que ocurre en tu vida pues tú tienes el poder de tomar las decisiones y acciones que te sacarán de esa situación que no deseas.

7 hábitos que debemos evitar en las mañanas

7 hábitos que debemos evitar en las mañanas

7 hábitos que debemos evitar en las mañanas

Si deseamos tener un día productivo o estar predispuesto a realizar nuestras labores, entonces debe estar mentalizados en realizarlo eficientemente. Pues estas primeras actividades después de despertarte podrían ser cruciales para empezar con buen pie tus labores del día, teniendo la motivación y ganas de ejecutarlos con eficacia. De otro modo si tenemos una rutina que nos llene de negatividad, posiblemente no lleguemos a completar esas metas diarias que nos estamos planteando. Para eso te presentamos una serie de actividades que NO deberías hacer, y que comúnmente hacemos sin darnos cuenta.

1. No levantarte cuando suena la alarma. Es algo que debes evitar, pues el postergar una actividad estamos empezando una procrastinación que podríamos empezar con el sentido de postergar actividades durante el día. Ademas al no levantarte puedes empezar a estar divagando en tu mente ideas negativas que podrían perturbar tu productividad.

2.Consultar al móvil. Esta actividad es para la mayoría una actividad común, pero que deberías evitar puesto que la distracción de ver en redes sociales, o notificaciones quitarán nuestra atención pues debemos estar mentalizados en recibir el día en las actividades del día. Ademas que una persona sin querer podría estar toda la mañana en cama revisándolo.

3.No tender la cama. A veces por falta de tiempo o con algún desgano no lo hacemos. Pero tender nuestra cama inmediatamente de levantarnos será como nuestra primera meta cumplida del día y será una motivación para las que vengan.

4.No ducharte o hacerlo solo con agua caliente. Después de haber dormido en promedio unas 8 horas, nuestros músculos están relajados y si a eso le sumamos una ducha de agua caliente, nos relajará mas y posiblemente produzca sueño. Cuando lo que necesitamos es estar despiertos y tener los músculos listos para la acción del día. Pero podemos empezar con una ducha con agua tibia y terminarlo con agua fría, para estar activos. Esto también dependerá de nuestro estado salud, hay que tomar precauciones en esos casos.

5.Ponerte en estado de negatividad. Esto quizás es lo peor estado que podrías adoptar durante las primeras horas de la mañana, o hacer actividades que te lleven a ese estado negativo, evitando peleas o discusiones. Pues esto repercutirá enormemente en tu productividad por lo que se sugiere que durante por lo menos la primera hora después de despertarse concentrarse en estas actividades que mencionamos en el articulo. Entonces deberás hacer actividades que te den tranquilidad, meditación con música relajante, escuchar audios de motivación podría hacer un poco de actividad física.

6.Ponerte a trabajar de inmediato. Por un lado no se tan mal, pero sería mucho mejor si antes de trabajar tengas la claridad de lo que vas a realizar y que mejor que hagas una hoja de apuntes de tus actividades.

7.Distraer tu mente. Como mencionábamos el uso de la redes sociales a primeras horas del día pueden quitar la atención de nuestras actividades, como estar con los videojuegos, como también evitar otros hábitos que pueden afectar nuestra salud como fumar o beber bebidas alcohólicas.

Maximiza tu productividad con estos pasos.

Maximiza tu productividad con estos pasos.

Maximiza tu productividad con estos pasos.

La palabra productividad tiene parecidas descripciones desde según se vea la perspectiva y en el contexto personal podemos definir que la productividad personal es la cantidad de trabajo útil que un individuo puede sacar adelante en una unidad de tiempo. Para conllevar a ello pues vamos a brindar unas claves que encaminen a mejorarla.

1. Labora menos horas al día. Básicamente está demostrado por la ciencia que cuantas menos horas se trabaja se es más productivo. No es lo mismo estar trabajando que ser productivo. No es trabajar duro lo que marca la diferencia, sino trabajar con inteligencia. Necesitamos aprender a no malgastar nuestro tiempo y energía para conseguir mejores resultados. El 20% de nuestras actividades nos proporciona el 80% de los resultados. Céntrate en ese 20%.

2. Duerme suficientes horas por las noches. Dormir pocas horas incide de forma negativa en nuestro nivel de productividad. Perder una hora de sueño cada día durante una semana causa un nivel de degradación cognitiva equivalente a un nivel de alcohol en sangre de 10 miligramos. El estado de ánimo baja, somos menos dinámicos, menos proactivos y menos propensos a pensar.

3. No intentes hacerlo tú todo. Rodéate de personas competentes, productivas, profesionales y eficientes. En lugar de perder el tiempo intentando saber hacer todo, deja que los expertos te ayuden, aprende a delegar y a trabajar en equipo, busca colaboradores que te aporten valor. Te dará tiempo para centrarte en las tareas más importantes.

4. Aprende a decir “no”. Ten claro a qué cosas vas a decir “sí” y a qué cosas vas a decir “no”. Los seres humanos tenemos tendencia a decir que sí a todo, sin embargo deberíamos dejar de decir “sí” a aquellas tareas que no nos aportan resultados ni nos acercan a nuestros objetivos. Como consecuencia, dedicamos el tiempo a ayudar a otros a cumplir sus metas y dejamos las nuestras descuidadas.

5. Rechaza el perfeccionismo. Los perfeccionistas dedican más tiempo del necesario a las cosas, dejan pasar oportunidades por esperar al momento perfecto, se obsesionan con pequeños detalles dejando de lado la esencia de las cosas. Como consecuencia pierden productividad y se alejan de sus objetivos.

6. Automatiza las tareas repetitivas. Evita hacer las cosas a mano, emplea software, sistemas y aplicaciones que permitan automatizar y agrupar tareas. Invierte lo que haga falta en ahorrar tiempo y energía para poder ser productivo.

7. Termina las cosas que empieces. Una de las mayores pérdidas de tiempo y energía es empezar proyectos y abandonarlos. Adquiere el hábito de terminar lo que empieces y no meterte en cosas sin tener claro el recorrido y los pasos que vas a dar. Trabajar por metas y desglosándolas en mini objetivos te ayudará a terminar lo que empieces.

8. Deja de dar vueltas a las cosas y ponte en acción. Hay una cosa que las personas de éxito hacen diferente del resto: se ponen en acción y no se cuestionan constantemente cada cosa que hacen. Si te dedicas a pensar todo, no actúas, entras en parálisis por análisis.

7 claves para dejar de Procrastinar

7 claves para dejar de Procrastinar

7 claves para dejar de Procrastinar

¿Eres un procrastinador? Vamos siéntate y ponte cómodo. Todos somos y seremos procrastinadores. Es decir, dejamos para otro momento aquello que sabemos que tenemos que hacer cuanto antes mejor, y ocupamos ese valioso tiempo haciendo otras cosas más placenteras para nosotros, pero de menor valor. Algunos estarán realizando tareas relevantes y otros matando el tiempo con distracciones. Los días, meses, años pasan y nuestros sueños no se materializan porque no hemos sido lo suficientemente productivos. No hemos empezado el proyecto que debimos empezar y no hemos terminado los proyectos que un día empezamos. Solo los proyectos que terminan pueden darnos resultados y acercarnos a nuestras metas.

Procrastinar hasta un cierto punto es algo normal, forma parte de nuestra naturaleza humana. El problema es que cuando postergar las cosas se vuelve un mal hábito que no se puede salir y esto es algo que no nos deja progresar. Es por eso que vamos a mencionar una serie de claves para dejar de postergar.

1. Dirección Clara. Uno de las principales causas que posterguemos las cosas es que dudamos, no tenemos claro hacia donde ir, por lo que nos falta convicción al actuar. Por ello es importante pensar en el futuro y te marques objetivos claros. Por ejemplo, si una persona en un bote situado en el medio del mar, este se pondrá a remar con fuerza por momentos si y por momentos no. No tendría un rumbo fijo, por lo que se desanimaría en seguir remando, pues estaría pensando que hacer eso sería malgastar energía. Pero si a lo lejos el pudiera ver tierra firme, se pondría a remar con muchas ganas hacia esa meta. Una vez que sabes a donde te diriges y que debes hacer para llegar ahí, sabrás que tu inversión de tiempo y esfuerzo no es inútil, sino que merece la pena.

2. Motiva al deseo. Puede que ya conozcas tus metas y sepas lo que tienes que hacer para conseguirlas, pero aún así sigues postergando las tareas que debes hacer. Esto es debido a la falta de deseo. No es lo mismo querer algo que desear algo, pues lo segundo es de manera mas intensa. Por eso debemos mantener vivo ese deseo que anhelamos, podemos practicar el siguiente ejercicio que consiste escribir en una hoja ese deseo y en la parte posterior enumerar todas las razones que tienes por las cuales quieres hacer ese deseo. Cuantas más razones escritas tengas será mucho mejor. Así cuando sientas ese desgano mira la hoja y lee todas esas razones por las cuales debes seguir adelante.

3. Hoja de tareas. Así como la duda nos lleva a procrastinar, del mismo modo cuando estamos como un bote en medio del mar sin un rumbo. Nos ponemos a realizar actividades que no nos conducen a nuestras metas. A eso se le conoce como procrastinación productiva, hacemos de todo menos eso que deberíamos estar haciendo. Para evitar eso debemos trazar nuestras ideas y diseñar un sencillo plan que debemos hacer ese día, por eso anota en una hoja todas esas tareas que son productivas para que los cumplas ese día.

4. Eliminar las distracciones. A todos nos ha pasado el querer trabajar en algo y acabar desperdiciando gran parte del día distraído en cosas poco productivas. ¿Por qué nos distraemos? ¿Por qué no trabajamos en esas tareas?……porque trabajar en esas tareas que debemos hacer causa en nosotros sufrimiento, básicamente causado por miedos y por esfuerzo que requiere el trabajo en sí. Nuestro cerebro hará cuanto pueda para ahorrarnos ese sufrimiento y ese gasto de energía que anticipamos que tendremos si trabajamos en la tarea y utilizará cualquier excusa a su alcance para ello. Se distraerá con cualquier cosa. Nosotros sabemos que este sufrimiento y este gasto de energía es necesario y lo hacemos para conseguir un fin mayor. Por lo tanto, debemos eliminar esas distracciones o alejarlos en todo caso para que nuestro cerebro no rehuya del trabajo cada 2 por 3. Las distracciones están bien siempre y cuando no interfieran en nuestro progreso. Si estas enganchado a un videojuego, desinstálalo. Si el celular no deja de sonar, ponlo en silencio o apágalo. Y así con todas las distracciones, tu sabrás cuales son las medidas más adecuadas para ti, dependiendo del auto control de cada uno.

5. Divide. Muchas veces la razón que no hagamos algo es que vemos la tarea como demasiado compleja. Lo ideal es dividir la tarea en pequeñas partes o mini objetivos, con eso lo verás de una manera distinta centrándote en cumplir esas partes.

6. Empieza fácil. Una de las causas que posterguemos las cosas es el sufrimiento que anticipamos que vamos a sentir por el esfuerzo que requiere en sí, así que buscamos cualquier excusa para no hacerlo. Bueno entonces hay algo que puedes hacer y es empezar fácil. Y esto se hace de 2 maneras: La primera es identificar que es aquello más fácil y llevadero de todo lo que tienes que hacer, y empezar con esto. La segunda es decirte a ti mismo que solo trabajaras por un rato por ejemplo 15 o 20 minutos, luego de pasar esos minutos iniciales ya no te importará seguir. Gracias a esto has dado el paso más difícil, empezar. Has roto esa resistencia que te impedía trabajar en la tarea y ahora será mucho más fácil.

7. Nada es perfecto. El perfeccionismo puede llevar a la procrastinación y en ese caso en vez de ser una virtud pasa ser un vicio, impidiéndonos tan siquiera empezar aquello que queremos y debemos hacer. Falta de apoyo, falta de equipos, falta de ideas y un etcétera de excusas que nos decimos a nosotros mismo. Las condiciones ideales no existen y nunca se darán así que no las esperes más. El mejor momento para empezar fue ayer, el segundo mejor momento es hoy. El perfeccionismo nos lleva también a complicar un proyecto mas de lo necesario haciendo que se vuelva mas intimidante o abrumador, dejando la posibilidad de no acabarlo. Por eso céntrate primero en hacerlas, luego en hacerlas bien y por último en perfeccionarlas.